Igual que nosotros, la composición y forma de la arcilla va mutando como nuestra construcción del ser. Este material pasa por varias etapas y procesos para transformarse en su producto final, la cerámica. Partiendo de la teoría psicológica constructivista, que considera a los seres humanos como constructores activos de su realidad y experiencias, este proyecto busca plasmar la analogía entre el proceso de la cerámica y la formación del Ser, a partir de una producción plástica compuesta por esculturas realizadas de dicho material.