Bailey (1902) encontró en ω Cen 128 estrellas variables, la mayoría del tipo RR Lyrae. En una investigación publicada por Martin (1938), esta cifra aumentó a 159 variables. Hasta el año 1956, esta cifra se incrementó en sólo 6 estrellas más. Parecía entonces que las posibilidades de descubrir nuevas estrellas variables estaban prácticamente agotadas.