El biodeterioro se puede definir como cualquier cambio indeseable en las propiedades de un material, causado por la actividad vital de los organismos. Los factores que propician el biodeterioro son: humedad, temperatura, nutrientes, pH, oxígeno y luz. Los organismos que intervienen en los procesos de biodeterioro son bacterias, hongos, algas, líquenes, plantas vasculares, insectos, aves, roedores y murciélagos (Hueck, 1965). Los métodos empleados para prevenir el biodeterioro deben considerar la inhibición del crecimiento o de la actividad metabólica de los microorganismos y la modificación de las características del ambiente donde se desarrolla el proceso de deterioro. Los diferentes métodos tienden a eliminar del sustrato todos los elementos adheridos, debiéndose respetar en estas operaciones el aspecto original. Actualmente, existe una marcada tendencia la utilización de productos “amigables con el ambiente”, como extractos obtenidos de plantas, para la prevención del biodeterioro (Guiamet et al., 2006; Gómez de Saravia et al., 2008). El objetivo de este estudio fue analizar el grado de biodeterioro de tres tipos de materiales estructurales (material cementício, mármol y ladrillo) por la formación de biofilms y su relación con el ambiente.