El uso indiscriminado de cefalosporinas de tercera generación y quinolonas incide directamente en la aparición de enterobacterias portadoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEE).
Las infecciones causadas por estas últimas deben ser tratadas casi exclusivamente, en la mayoría de los casos, por antibióticos carbapenemes. A partir del aumento de utilización de estos antimicrobianos, que se considera en el ámbito intrahospitalario como de uso restringido, aparecen los microorganismos con mayor resistencia aún. Este es el mejor ejemplo de cómo cuando se desafían a las bacterias con diferentes antibióticos, éstas tienen la capacidad de adquirir cada vez mas mecanismos de resistencia que se tornan redundantes y aditivos, dejando a los profesionales, sin alternativa terapéutica.
Es indispensable reservar y preservar los antibióticos que aún tenemos disponibles, ya que tratar las infecciones por gérmenes multirresistentes es cada vez mas complicado.