La alta frecuencia del cultivo de soja en las secuencias agrícolas y la tendencia a su monocultivo, acarrea problemas que han sido ampliamente documentados. Podemos mencionar el deterioro en las propiedades químicas, físicas y biológicas de los suelos, bajas eficiencias de uso del agua, problemas de malezas, plagas y enfermedades, entre otras. El área de influencia de la FCAyF de la UNLP es amplia, abarcando varios partidos entre ellos Magdalena, donde la superficie sembrada con soja aumento de 350 a 6.520 ha en el período 2002-2016 (Ministerio de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires). Para que las consecuencias que se han registrado en otras zonas no se produzcan en el partido, se requieren resultados experimentales locales, sobre suelos que comparten características, que ofrezcan alternativas más sustentables de incorporar la soja. La rotación de cultivos, la siembra directa y la fertilización son tres pilares fundamentales para mejorar estos problemas. Además, puede plantearse como alternativa promisoria incorporar compost o incluir cultivos de cobertura durante el barbecho, lo que permitiría mejorar las propiedades de suelo mencionadas. La actividad biológica es la responsable de los procesos de mineralización y humificación de la materia orgánica del suelo, los cuales inciden en el ciclo de los nutrientes. Estos parámetros biológicos resultan ser más sensibles que los físico-químicos pudiendo detectarse tempranamente los cambios producidos por el uso al que están sometidos los suelos. El objetivo general del proyecto en el que se enmarca este trabajo es contribuir con opciones de manejo que puedan mejorar la sustentabilidad ecológica de los sistemas netamente agrícolas. En el presente resumen se presentan los primeros resultados de uno de los objetivos del trabajo, donde se plantea monitorear parámetros biológicos del suelo en el tiempo, entre ellos, la actividad respiratoria (AR) y de la enzima ureasa (AEU).