La posibilidad de brindar explicaciones consistentes a los interrogantes más frecuentes en relación al papel de la circulación en la vida social, en cualquier tiempo y lugar, exige la posesión de una gama de informaciones de base. Entre ellas, predominan las de tipo estadístico, a las que nos aferramos para entender las cuestiones esenciales en tanto que para comprender complementamos con los frutos del trabajo con fuentes cualitativas. Estas últimas, si no se pueden ubicar en un contexto referencial, es científicamente imposible saber la representatividad de las informaciones que aportan y el caso no puede ser usado para contrastar hipótesis generales. Se rompería la relación en el juego de escalas y las conclusiones serían inconsistentes.
En el caso de los estudios consagrados al Río de la Plata durante el Antiguo Régimen en los que se aluda a cuestiones vinculadas de cerca o de lejos a la circulación mercantil, se constata que en muy pocos casos se cuenta con datos contextuales que permitan asentar conclusiones sólidas. De hecho, la mayoría de los trabajos existentes, independientemente de lo que sostengan sus autores, no pasan de proponer hipótesis de trabajo en espera de verificación, así se trate del comercio, la circulación, los mercados o los actores participantes. El problema se torna particularmente arduo para el tramo final del Antiguo Régimen, ya que sobre las hipótesis propuestas se asientan otras que intentan explicar la crisis final de ese sistema de dominación y la transición hacia uno nuevo, con lo que la cadena de supuestos sin verificación torna todas las explicaciones científicamente cuestionables, aunque sean plausibles y posibles.