El presente trabajo entiende y fundamenta que la “Nueva Economía” debería denominarse “Economía de la Información” por la incidencia que la misma tiene en la creación de valor agregado. Se analizan además las relaciones entre Derecho, Economía y Tecnologías de la Información y sus recíprocas influencias en el caso uruguayo. Se muestran dos ejemplos de estas influencias en casos concretos: a) la aplicación de tecnologías de la información como instrumento para el cumplimiento del rol de regulador del Estado en el caso de la Ley 18.930, b) los Consorcios de Exportación creados por la Ley 18.323, como un instrumento útil a las pequeñas y medianas empresas de tecnologías de la información.