La economía política radical (EPR) busca recuperar los fundamentos del marxismo y las ideas institucionalistas, pero utilizando parte del instrumental matemático que es usual en la economía neoclásica. También tiene muchos puntos en común con la teorías keynesiana y de la regulación, pero al mismo tiempo es original, pues introduce el problema del poder asimétrico en la microeconomía. Como época histórica, se interesaron en analizar el largo período de rápido crecimiento de la economía norteamericana posterior a la Segunda Guerra Mundial y las causas de la crisis desde comienzos de la década de los años setenta, admitiendo su especificidad. Ponen el acento en la caída de las tasas de crecimiento de la productividad, debido, entre otras cosas, al incremento de los costos de control, instaurados por los empresarios para disciplinar la fuerza de trabajo y evitar la holgazanería de los trabajadores. Es una teoría que postula ineficacia de las empresas capitalistas, porque al ser autoritarias y no democráticas o autogestionarias, no crean las condiciones para que los trabajadores tengan mayor información sobre la marcha de las empresas y participen en la gestión de los recursos (Coban, 1997).