El acero es uno de los materiales estructurales ampliamente utilizados debido a su fácil disponibilidad, bajo costo y fácil fabricación; sin embargo, es susceptible a las diferentes formas de corrosión a temperatura ambiente. El uso de inhibidores, métodos de protección catódica y/o revestimientos son técnicas principales de control de corrosión para estos materiales.
La aplicación de inhibidores de corrosión es uno de los métodos más prácticos para controlar la corrosión del acero, porque son sustancias químicas que cuando se agrega en pequeñas cantidades a un ambiente corrosivo, disminuyen de manera efectiva la velocidad de corrosión de los materiales expuestos a ese tipo de ambiente.
En cuanto a los criterios para la selección de estos inhibidores no solo basta su eficiencia sino también la seguridad de uso, las restricciones económicas y la compatibilidad con otros productos químicos en el sistema. En el pasado, los cromatos eran aceptados como un inhibidor de corrosión efectivo ya que puede pasivar a los metales formando una película protectora en su superficie, sin embargo su principal desventaja es su toxicidad.
En los últimos años se han investigado nuevos inhibidores anódicos en base a la similitud en la estructura química con los cromatos y otros iones del Grupo VI. La atención se centra en el molibdato y el tungstato.
En esta investigación se sintetizó el molibdato de cerio (III) y se propone su empleo como inhibidores de la corrosión del acero SAE 1010.