En este trabajo se brinda una reflexión sobre la situación de una pequeña isla ubicada en la costa de Santa Cruz, en la cual existe un interesante registro arqueológico. En la isla Liebres hemos registrado 30 estructuras de entierro conformadas por acumulaciones de piedras, comúnmente conocidas como chenques. El registro arqueológico se halla hoy en día muy amenazado por el uso, desde hace pocos años, de la isla como lugar de esparcimiento y campamento sin ningún tipo de control. Esto ha llevado a que se construyen nuevas estructuras de piedra, como fogones para hacer asados, así como la modificación de chenques y una importante contaminación con basura. El acelerado deterioro del paisaje arqueológico y natural de isla Liebres nos interpela a interactuar con distintos actores para frenar este proceso.