Durante el Siglo XXI, el continente africano, ha ido tomando cada vez más relevancia dentro del sistema internacional, durante este proceso, los recursos naturales africanos adquirieron un rol central en la mira de otros estados.
Es en este marco que se fueron abriendo diversas puertas a los países africanos en torno a una nueva configuración del sistema internacional, donde cada vez observamos que distintos actores internacionales cobran una mayor relevancia; ya sea en el plano económico, en el plano militar, en el plano tecnológico, etc. África se encuentra actualmente ante un abanico de oportunidades, donde actores internacionales como la China, Estados Unidos y Rusia cobraron una importante relevancia.
Ahora bien, durante el Siglo XXI también se pudo observar un importante crecimiento de las economías africanas, lo cual contribuyó a configurar un nuevo posicionamiento de los estados africanos durante el corriente siglo (MORASSO 2015). En relación con lo anteriormente planteado, este desarrollo económico no solo contribuye al reposicionamiento africano dentro del sistema internacional, sino que también contribuye a que África se sitúe como un nuevo escenario de interés internacional, en el cuál la disputa por los mercados financieros y los controles parciales de los flujos financieros cobran aún más relevancia.
En estos marcos observamos que África se encuentra en una situación claramente comprometedora, donde se puede observar el interés de distintos países interpelando a los estados del continente de manera histórica y significativamente lejana (en comparación con los grandes imperios que iniciaron sus olas colonizadoras y que culminaron con el reparto de África hacia 1913). Es en este marco, países como China se lanzaron a la carrera sobre el viejo continente articulando espacios de cooperación multidimensionales (MARCHETTI, 2016). Ante esta situación, Rusia no ha optado por permanecer de lado y ha decidido re-proyectarse sobre el continente africano. En esta puja, el país euro-asiático busca aliados que no sean interpelados por Estados Unidos ni por la República Popular de China. A pesar de ser el último gran actor internacional en ingresar en la puesta africana, cabe aclara que éste tiene un recorrido histórico dentro del continente africano. En el Siglo XXI, Rusia ingresa en África con fines de reconstruir y superar aquella vieja presencia soviética. De esta manera, intentando ingresar en la dinámica africana de manera superadora en comparación con las políticas internacionales de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, sus abordajes han sido estratégicos y claros: explotación mineral, desarrollo energético e industria armamentística.
En este marco, el objetivo del presente trabajo es analizar cómo la Federación Rusa inicia un ingreso estratégico en el continente africano en torno a sus tres ejes principales: recursos naturales, energía y el mercado armamentístico. Para ello, voy a realizar un recorrido histórico de las relaciones soviéticoafricanas para luego proceder a analizar el período comprendido entre Julio 2018- Junio 2019.