A partir de un recorrido histórico, en el siguiente artículo se propone comprender aquellos factores de carácter político, policial y social, que incidieron en la conformación de un esquema de inteligencia, que con el paso de las décadas, fue cada vez más planificado y sofisticado. A su vez, junto a la sanción de leyes represivas, la importancia del espionaje político se instaló como un aspecto fundamental para la consolidación de un aparato represivo. En este marco, la creación de la Central de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (1956) y su posterior Archivo y Fichero (1957), fue un pilar fundamental para garantizar el control y la represión política durante más de medio siglo. A su vez, los llamados “archivos de la represión”, aparecen en el presente como evidencia de la existencia de un plan sistemático para el extermino y la desaparición forzada de personas por parte de la voluntad política de un Estado terrorista.