In Spanish
El presente artículo tiene por fin intentar reconstruir la conformación y enespecial, la descomposición de la alianza entre la Confederación General Económica (CGE) y la Unión Industrial Argentina (UIA), en tiempos del tercer gobierno peronista. Observaremos la experiencia de unificación de ambas entidades que dio forma a la Confederación Industrial Argentina (CINA), que actuó entre 1974 y 1976, hasta su desaparición luego del golpe de Estado. Atenderemos a la crisis y la descomposición de la CGE debido la constitución de una oposición interna y externa a su dirección nacional. La conformación de una alianza de industriales de tendencias reformistas (aún compuesta por actores históricamente enfrentados a expresiones peronistas) aconteció en una tendencia económica ascendente que abría posibilidades a la reproducción de un conjunto mayor de capitales débiles, sumado a las necesidades de la clase dominante de frenar el proceso insurreccional de masas iniciado en mayo de 1969. La reactualización de la crisis económica en 1974, reavivó los enfrentamientos entre los distintos sectores de la burguesía por una ganancia en baja y asestó un golpe a la política reformista. Un nuevo ciclo de alza de la lucha de los trabajadores en oposición a las políticas de ajuste, constituyó el detonante de la constitución de la alianza golpista que accionó para quebrar la fuerza reformista y sumarla a su proyecto represivo de recomposición de las condiciones normales de reproducción del capitalismo argentino.
In English
This article intends to reconstruct the shape and in particular the breakdown of the alliance between the General Economic Confederation (CGE) and the Union Industrial Argentina (UIA), in times of third Peronist government. We study the experience of unification of both entities Argentina Industrial Confederation (CINA), between 1974 and 1976. We will analyze the crisis and breakdown of the CGE, as a result of the failure of his policy of conciliation. Rebuild the internal and external opposition to the national leadership of the General Economic Confederation. Our hypothesis is that the formation of an alliance of industrial in this period is part of an economic trend that opened up possibilities for breeding to a larger set of weak capital, coupled with the needs of the ruling class to stop the mass insurrectionary process begun in May 1969. The updating of the economic crisis in 1974 revived the fighting between the various sectors of the bourgeoisie and exposed the limits of reformist politics. A new cycle of escalating struggle of workers in opposition to the policies of adjustment, was the trigger for the formation of the alliance coup.