En español
En la Edad Media, la animalización fue una de las estrategias adoptadas por los intelectuales eclesiásticos con el objetivo de conceder substancia argumental a las discursivas antiheréticas. En efecto, los animales -especialmente, zorros y lobos- fueron instrumentalizados para consolidar la posición de la ortodoxia mediante la articulación y proyección de sus imágenes y representaciones sobre la herejía, las cuales -a su vez- detentaban un poder performativo que imponía una identidad sobre los disidentes. Apropiándose de su imagen y atribuyéndole a sus conductas una serie de valores morales, las representaciones que orbitaban en torno a los animales se convirtieron en una suerte de material sujeto a la manipulación de una serie de prácticas discursivas con el objetivo de asociar a los herejes y animales bajo el signo de comportamientos y actitudes bestiales. Estas construcciones discursivas sustentaban una retórica agonística que legitimaba la supresión de la disidencia religiosa.
En inglés
In the Middle Ages, the animalization was one of the strategies adopted by the ecclesiastical intellectuals with the aim of granting argumentative substance to the antiheretic discursives. In fact, animals – especially, foxes and wolves- were implemented in consolidating the position of orthodoxy by articulating and projecting their images and representations about heresy, which -in turn- possessed a performative power that imposed an identity over the dissidents. Appropriating their image and attributing to their behavior a series of moral values, representations orbiting around animals became a sort of material subject to the manipulation of a series of discursive practices with the objective of associating heretics and animals under the sign of behavior and bestial attitudes. These discursive constructions supported an agonistic rhetoric that legitimized the suppression of religious dissidence.