La literatura específica del campo de las artes y de la literatura recurre frecuentemente al uso del término estilo para denominar ciertos conjuntos homogéneos de obras y autores, los que necesariamente cobran existencia a partir de ciertas operatorias de clasificación que no admiten la diversidad propia de cada sujeto. El trabajo se propone retomar los debates y la ambigüedad generados alrededor del mismo y ciertos ejemplos de su imprecisa utilización en algunos autores, para considerar una resignificación del término estilo desde uno de los aspectos de su etimología, a fin de incorporar en la metodología de la enseñanza del lenguaje visual una aplicación significativa del mismo en la que se enfatice el desarrollo de la subjetividad de los sujetos, superando las restricciones de grupo social, desarrollo temporal, ubicación geográfica, situación económica, etc, en las cuales queda omitida o desvalorizada la riqueza que ampara la identidad de cada sujeto.