La ficción escrita puede ser el espacio en donde la sociedad moldea las preguntas de su tiempo. Una de las inquietudes de la Argentina de los últimos años ha sido la (re)construcción de la memoria del pasado setentista, especialmente desde la óptica de la generación nacida durante el terrorismo estatal. Un caso significativo de ello es la novela Los topos, de Félix Bruzzone, la cual aborda la cotidianeidad de un hijo de padres desaparecidos y deriva en el estallido de las normas familiares y de género. De esta forma, mediante un análisis de contenido y atendiendo al aporte teórico-conceptual de Judith Butler en Deshacer el género, ensayaremos puentes entre ambas obras, considerando tanto las maneras en que el género atraviesa la constitución de la identidad en Los topos como la potencialidad política de una dimensión que nos convoca a reconocer otras inteligibilidades sociales y a imaginar otros mundos posibles.