Como punto de partida para este proyecto, se tomó la consigna de diseñar un servicio de mate para un ámbito de inserción estilo campo. A partir de ello, se realizó un análisis de actividades, intereses y opiniones de las personas que son usuarias de este espacio específico para determinar qué componentes debe tener el servicio y de cuáles puede prescindir. El ámbito campo está caracterizado por un gusto especial por lo conservador y lo simple. Se pensó en que si el entorno es costumbrista, tradicional y es el reflejo de hábitos austeros y espontáneos, los componentes del servicio debían ser los básicos, mínimos e indispensables: el dispenser de yerba y la azucarera a la par.