Los jardines verticales se presentan como una solución que busca no solo recuperar formas de habitar (al pretender integrar las ciudades al entorno natural), sino también resulta una potencial respuesta a los problemas de contaminación acústica urbana. Sin embargo, la complejidad de estos sistemas demanda altos costos de mantenimiento, lo que implica un inconveniente a la hora de introducir el producto a nivel local. El mercado nacional se ve limitado a fabricar productos a baja escala y necesita recurrir a la importación de tecnología e innovación para proyectos de mayor envergadura. Ante la necesidad de disminuir los costos de mantenimiento, fue estratégico proponer la generación de un sistema de aislamiento acústico mixto que utilice naturación parcial y paneles acústicos para el revestimiento de fachadas de viviendas multifamiliares, lo que permite competir en el mercado nacional de los jardines verticales a mediana escala.