Desde diciembre de 2015, con la asunción de Macri, Argentina volvió a poner en práctica políticas económicas conocidas en materia de economía internacional. Desde el punto de vista comercial, optó por una apertura generalizada a la importación de bienes y servicios, promoviendo el déficit en la balanza correspondiente del balance de pagos. Simultáneamente, la libertad otorgada para la liquidación del producido por las exportaciones generó un bache adicional en la balanza cambiaria de bienes. Paralelamente, la elevada tasa de interés en pesos invitó al ingreso de capitales especulativos, a los cuales se les eliminaron restricciones de plazos y encajes, potenciando sus efectos. Repasaremos en esta nota consecuencias de dichas políticas utilizando como herramienta de análisis al balance de pagos, al balance cambiario y a la posición de inversión internacional, aunque algunos cambios metodológicos dificulten la comparabilidad de conceptos.