En español
La desigualdad social y la precarización del trabajo y de la vida han aumentado y se han intensificado desde hace por lo menos cinco décadas, y emergen como características del capitalismo neoliberal, mucho más que solo “problemas sociales”. Esas condiciones se inscriben en la predominancia de una cosmovisión que, armada de una cierta supuesta lógica que sería propia de la “naturaleza económica”, legitima el poder de agencias y agentes concretos con capacidad para poner en vilo la economía real de los países y en riesgo la sobrevivencia de los hogares y la vida misma. Por su parte, los discursos políticos que expresan esa cosmovisión, invierten la culpa de la crisis social, tornando en responsables a los propios sujetos más desprotegidos. La pandemia del coronavirus, que en marzo de este año alcanzó a nuestro país, se presenta como un dato que permite adentrarse en la cuestión de la legitimidad del Estado y de sus intervenciones sociales.
En inglés
Social inequality and the precariousness of work and life have increased and intensified for at least five decades, and they emerge as characteristics of neoliberal capitalism, much more than just “social problems”. These conditions are inscribed in the predominance of a worldview that, armed with a certain supposed logic that would be characteristic of the “economic nature”, legitimizes the power of specific agencies and agents with the capacity to put the real economy of the countries in suspense and in survival of households and life itself. For their part, the political speeches that express this worldview invert the blame for the social crisis, making the most vulnerable individuals responsible. The coronavirus pandemic, which reached our country in March of this year, is presented as a piece of information that allows us to delve into the question of the legitimacy of the State and its social interventions.