En los últimos cien años atravesamos grandes conmociones globales. Cada una de ellas motivó un conjunto de acontecimientos perdurables. A la Primera Guerra Mundial le siguieron la Revolución Rusa, la Marcha sobre Roma y el fin de cuatro imperios dinásticos. Al crack financiero del ‘29 le sucedieron la Gran Depresión, el ascenso de Hitler al poder y el keynesianismo económico. La Segunda Guerra Mundial generó las condiciones para la Revolución China, la descolonización africana y el peronismo en Argentina. La crisis de acumulación capitalista de los ‘70 favoreció el surgimiento del neoliberalismo, las dictaduras del Cono Sur y la revolución tecnológica. La caída de la Unión Soviética dio vía libre a la globalización, la precarización del trabajo y la crisis de los Estados nacionales. El atentado a las Torres Gemelas propició medidas económicas que condujeron a la Gran Recesión de 2008-2009 y favorecieron el boom de las commoditiesque sentó las bases materiales para la década ganada en América Latina.