Decía el sociólogo alemán Niklas Luhmann (2000:17) que “los temas organizan la memoria de la comunicación”. El universo comunicacional de este 2020 ha quedado sumergido en una única e integradora temática que todo lo contiene, destruye, reconstruye y reconfigura: la pandemia del coronavirus COVID-19. La única vacuna contra la pandemia es quedarse en casa, repiten las campañas públicas en distintos lugares del mundo. El aislamiento preventivo y obligatorio se ha convertido en el nuevo espacio público, o subpúblico o pospúblico. La cuarentena separa y une, en una esquizofrénica paradoja, por igual a parejas, familias, amigues, como a millones de personas en el mundo, cuyo común denominador se convirtió en reconvertir la vida desde el hogar en el que nos encontró la pandemia.