El consumo de energía por parte de los edificios representa una de las principales causas del cambio climático y emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Se estima que la construcción y operación de edificios es responsable del 40% del consumo total de energía en el mundo y 30% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Particularmente en edificios para la salud aproximadamente el 50% del consumo total de energía, durante su etapa de operación, corresponde a los sistemas acondicionamiento térmico y ventilación. En este contexto resulta pertinente implementar medidas tendientes a mejorar la eficiencia energética de edificios hospitalarios, entre las cuales están la realización de diversos tipos de auditorías energéticas.