Se muestra que el significado de la revolución heliocéntrica no puede ser establecido por la comparación de los recursos matemáticos empleados por Ptolomeo y Copérnico. Copérnico no sólo puso la Tierra en movimiento sino también: 1) los planetas puntiformes en órbitas alrededor de un planeta discoidal (el Sol), y 2) al otro planeta discoidal en órbita alrededor de la Tierra. Estas distinciones morfológicas y topológicas dieron comienzo — decimos nosotros— a la cadena de centros subsistemados de movimientos cuyo extremo lejano se discute hoy.