Durante estos treinta años el papel del Estado ha variado de manera significativa. Lo que han buscado los grupos familiares ha siempre tenido en mira al Derecho Penal como marco para lograr su cometido y sin embargo, en general, el Derecho Penal no ha podido aportar soluciones claras a los problemas. Este trabajo parte del presupuesto de que la política en Occidente ha puesto en juego la vida. Claro ejemplo de esta puesta en juego fue el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” que con un estado de excepción permanente implicó la muerte organizada y dirigida. A esta puesta en juego, la única respuesta que apareció como posible fue la salida de los familiares a la calle con un discurso que conllevaba discutir en el espacio de la nuda vida, en la cifra misma de la política.