Introducción y Objetivos. Los aparatos de ortopedia funcional son meros transmisores de fuerzas que provienen de la acción muscular, haciéndola llegar a dientes y maxilares con un fin terapéutico. Para que un aparato funcional cumpla sus objetivos, se hace necesaria la toma de la mordida constructiva o mordida de trabajo, que es el motor del aparato funcional. El objetivo del presente estudio es analizar el mecanismo por el cual se puede lograr un avance mandibular con ortopedia funcional. Material y Métodos. Se realizó una exhaustiva búsqueda bibliográfica de diferentes autores: se consultaron libros, trabajos de investigación, publicaciones en revistas. Resultados. El avance óptimo para la toma de la mordida constructiva en los casos de distorrelación, es el ancho de medio premolar (hasta 3,5 mm). El avance mandibular se consigue mediante una acción conjunta de la musculatura elevadora y los cóndilos mandibulares lo que provoca, también, un efecto retrusivo sobre el maxilar superior. Conclusiones. Muchos de los fracasos de la aparatología funcional se deben a una incorrecta posición mandibular en el momento del registro de la mordida. La mordida constructiva, correctamente tomada, es la que permitirá el desbloqueo mandibular para que se produzca el adelantamiento del maxilar inferior.