La pregunta coloquial ¿quién tiró la primera piedra? rodea la discusión pública acerca de los sesenta en el Uruguay. Muchos actores políticos y sociales concuerdan en que dicho período implicó una ruptura en la historia del siglo XX uruguayo y que ambientó las condiciones para el desarrollo autoritario de los setenta. Sin embargo, las razones de dicha ruptura son motivo de un fuerte debate público. En general, las argumentaciones se reducen a lógicas causales y circulares donde el relato presenta la acción de un actor que trajo una respuesta inevitable por parte de su adversario. Detrás de estas explicaciones habita la clásica noción de “guerra justa”, a través de la cual actores de izquierda y de derecha buscan justificar el recurso a la violencia partiendo de la idea que el otro desencadenó el proceso y que la respuesta fue necesaria e inevitable.
El presente artículo es el primer resultado de un proyecto de investigación que, compartiendo el interés acerca de los sesenta, se propone trascender dichas lógicas justificatorias para contribuir a establecer los momentos, las formas y las argumentaciones con que la violencia fue incorporada a la prédica y a la acción de los actores políticos en Uruguay durante el período histórico delimitado por el triunfo de la revolución cubana en 1959 y la instauración de la dictadura en 1973.