Los hechos ocurrido el 19 y 20 de diciembre y el proceso que deviene hasta el hecho 26 de junio de 2002, donde se produce la “Masacre del Puente Pueyrredón”, refieren a enfrentamientos entre las diferentes clases, fracciones y grupos sociales, que se disputaban el control de la Argentina.
Estos proyectos responden a diferentes fracciones de capital ya que en el terreno de la realidad ninguna fracción del campo del pueblo, ya sea de pequeños empresarios o de trabajadores, tenía la organización y la fuerza para ser uno de los jugadores centrales de la partida. Solo podían jugar como aliados subordinados de alguna de las fracciones en disputa Esta se expresaba en la superficie como discusiones de modelos políticos-económicos a desarrollar, donde cada interés particular intenta imponerse como general y por lo tanto, aparecer como general. Nunca aparece lo particular como tal porque sería imposible la conducción estratégica, la dominación ideológica, la construcción de la legitimidad de una dominación, es decir, la hegemonía. Es por ello que se debate como modelos a los cuales hay que adherir, perdiendo de vista los actores que lo impulsan para hacer prevalecer su interés, quedando subordinados los intereses del campo del pueblo.