Acceder a la toma de conciencia de que, en muchas ocasiones, nuestras prácticas sociales dejan en omisión a un conjunto de sujetos que integran nuestra sociedad, puede ser el puntapié inicial para poder poner en crisis la realidad que nos atraviesa. Problematizar nuestra oralidad y escritura, no deben quedar exentas de esos cuestionamientos, que se dan en el ámbito social y político. El papel de la juventud fue crucial en estas disputas en torno a la gramática y uso de la palabra, y en este artículo se intenta dilucidar por qué es tan importante dar estas discusiones.