La intención de la tecnociencia queda plasmada en una parafernalia de productos y en sus correspondientes anuncios comerciales que por obra y gracia de la química y la electrónica nos proponen andar por el mundo como semidioses para controlarnos mejor. El propósito del presente trabajo es analizar estos discursos publicitarios, a los que podríamos llamar mitología del hombre postorgánico, a la luz del concepto de mito elaborado por Roland Barthes y mostrar por qué son funcionales a la sociedad de control.