En este trabajo partimos del supuesto de que la concentración socioespacial de desventajas da lugar a una pobreza cualitativamente distinta a la experimentada en décadas anteriores (Saraví, 2007) lo cual, a su vez, tiene serias consecuencias en la constitución de una sociedad cada vez más polarizada y excluyente. A diferencia de los estudios que centraron su atención exclusivamente en la educación de clases medias y clases medias empobrecidas, de la elites, o la educación de los sectores populares empobrecidos y marginados, aquí se sostiene la necesidad de producir un mirada relacional sobre la oferta educativa, que permita dar cuenta de una representación más compleja y múltiple del espacio social y físico en el cual y por el cual las instituciones educativas son y están posicionadas y situadas de modo diferenciado y desigual.