La sección que abarca los cármenes 65-68 del corpus catuliano presenta una especial organicidad que, sea obra del mismo Catulo o de un compilador, no parece producto del azar. Sus más evidentes relaciones pueden resumirse así: se trata de cinco composiciones que difieren, de las anteriores, en metro (dístico elegíaco, que se extiende hasta el final del corpus), y de los siguientes poemas (69-116), en extensión. Dos epístolas de dedicatoria preceden una al carmen 66 y otra al carmen 68(b). En la parte central se ubica el carmen 67, con el singular recurso de la personificación de la ianua.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)