El consumidor turista transfronterizo contrata frecuentemente su traslado a través de medios virtuales y aún siendo bajo modalidad presencial, va en procura de satisfacer diversas expectativas del periplo a través de la adquisición de un “paquete”; contrata opciones pero no merece espacio el ejercicio de la autonomía de la voluntad quedando por ende, subsumido a una jurisdicción y a un derecho predeterminado. Si en el itinerario de viaje acontece un hecho dañoso, el interrogante es si tiene acceso a la jurisdicción extranjera y bajo qué condiciones. Sobre ésta expectativa la Conferencia Permanente Especializada de La Haya ha testeado la posibilidad de elaborar e incluir en su agenda, un Convenio sobre Cooperación y Acceso a la justicia para turistas extranjeros tópico de suma actualidad y necesidad a la cual el prestigioso espacio pretende dar respuesta. El objetivo consiste en aportar aspectos de su contenido en adecuación y armonía con el ordenamiento nacional.