El barrio del Abasto posee ciertas características particulares que hacen de él un objeto interesante a la hora de analizar las formas en las cuales, hoy en día, se estructura el espacio en la ciudad. Durante la década de los noventas este barrio fue sometido a un proceso de reconversión inmobiliaria a partir del cual comenzaron a residir y circular este espacio nuevos sectores sociales de mayores ingresos.
Este proceso se da en el contexto de una creciente preocupación de la ciudadanía por la problemática de la inseguridad. En este trabajo intentaremos dar cuenta de cómo la construcción social de esta problemática, este creciente miedo del habitante de la ciudad en lo que refiere específicamente a los delitos interpersonales, que definiremos como miedo urbano, tiene efectos concretos en la forma en la cual se estructuró este espacio, y a su vez, como esta misma estructuración se constituye en un límite que termina por retroalimentar esa misma sensación de inseguridad.