El presente trabajo no pretende dar una visión negativa del Estado y su papel en torno a la educación, ni mucho menos ser un decálogo de ideas con poca probabilidad de acción.
Solamente es una particular visión de la cuestión, fundada en algunos estudios y en la propia experiencia como participante activo en los procesos seguidos para la instrumentación de la Ley Federal de Educación (24.195) y Nacional de Educación (26.206) en proceso incipiente.