Desde principios del siglo XXI, Bolivia atraviesa una crisis orgánica que ha devenido en un proceso revolucionario de resultados aún abiertos. En los últimos años, la sociedad boliviana se encuentra convulsionada por enfrentamientos sociales cada vez más agudos, que los diferentes intentos de institucionalización parecen no poder detener. La Asamblea Constituyente intentó canalizar la Agenda de Octubre por vías propias del régimen burgués, sin embargo, no hizo más que agudizar los enfrentamientos y actualizar la cuestión de las autonomías regionales, acicateada por las burguesías regionales separatistas que buscan debilitar al gobierno central. El objetivo de este trabajo es dilucidar la naturaleza social de las fuerzas enfrentadas y las estrategias que guían su accionar. Para esto, explicitaremos nuestro marco teórico, los observables y las fuentes a utilizar, para finalizar con una descripción de los principales enfrentamientos de los dos últimos años. Por último, compararemos las tendencias contradictorias que la sociedad boliviana posee en su interior, que determinan la crisis orgánica del capitalismo andino, para avanzar en una hipótesis sobre el futuro del proceso revolucionario.