A lo largo de la historia de la humanidad se buscó establecer distintas relaciones y conductas entre los humanos y los animales no humanos. Estos, como se sabe, ocuparon diversos roles en la vida del hombre, ya sea como fuente de alimento, recursos para la agricultura, abrigos, experimentos, e incluso como forma de entretenimiento o deporte. Sin embargo, con el paso del tiempo, aparecieron cuestionamientos tanto éticos como morales sobre la caracterización del animal como cosa y sobre el uso que el hombre ha hecho de estos.
Constantemente surgen planteos acerca de la importancia de los derechos de los seres no racionales, lo cual da lugar a un debate que implica la consideración o no de éstos como sujetos de derecho. Es así que surge nuestro principal interrogante: ¿es correcto considerar a los animales como sujetos de derecho no humanos? En caso de ser así, ¿debería el derecho adaptarse frente a las nuevas necesidades y problemas que aquejan a la sociedad?