Hoy me toca hablar de una parte del Derecho que se cree “nueva”, pero la historia nos demuestra totalmente lo contrario.
A lo largo de la historia de la humanidad, el ser humano hizo uso y desuso a su antojo del animal como si fuera de su propiedad, privándolo de cualquier tipo de reconocimiento de sus derechos y reduciéndolo -constantemente- a un estado de cosificación. Ya sea para uso alimenticio, para experimentos científicos, como materia prima para la producción en la industria, como así también su utilización como objeto para la realización de concursos y apuestas explotando la destreza física del animal. El maltrato animal en sus diversas manifestaciones.
Ya lo dijeron Rabinovich-Berkman,. luego del fallo “Sandra”: la consideración jurídica de los demás animales, como la de los esclavos, los "diferentes" y las mujeres, ha ido mudando a lo largo de los siglos.
Ésta temática para su mejor comprensión debe ser abordada desde tres puntos de vista que -a mi entender- son fundamentales para no caer en reduccionismos, a saber: aspectos filosóficos, bioéticos y jurídicos.