Este artículo se propone revisar y comentar los aportes insoslayables del ensayista, poeta y novelista martiniqueño Édouard Glissant en la construcción de la compleja área caribeña, caracterizada particularmente por su heterogeneidad, multiplicidad étnica, lingüística, religiosa, cultural, por sus complicados procesos de hibridaciones, transplantes, transculturaciones. El área Caribe, idea que recién comienza a imponerse a partir de los años sesenta del siglo XX, en tanto integración de América Latina y el Caribe, permite observar de un modo intenso y problemático procesos y realidades vividos por toda América Latina, como las luchas de la conquista, colonización, descolonización, neocolonialismos. En este sentido resultan particularmente interesantes los aportes de Glissant, quien a reflexionado especialmente en su enorme ensayo Le discours antillais sobre, entre varios aspectos, la antillanidad, la negritud, la criollización, las relaciones entre oralidad y escritura, la memoria, las diásporas, las mezclas lingüísticas, para intentar aproximarse a la complejidad de lo diverso antillano a partir de su perspectiva de la "poética de la relación". Las ideas de Glissant promueven un pensamiento de archipiélago, abierto al cambio, a múltiples posibilidades combinatorias que impiden el riesgo de solidificar construcciones identitarias en un área tan particular como la caribeña, cuya constante es, por el contrario, la mutación, la fragilidad, la inestabilidad.