Desde hace aproximadamente siete años, Juan Fernando Cáceres ha ido configurando (o descubriendo) a Maladrés, la estrella central del Circo Echec. Este huraño personaje es, como todo payaso, la puesta en desequilibrio y en riesgo de los aspectos más característicos de su autor, sus cualidades y defectos elevados a la “hijueputa” potencia. Maladrés se sitúa en el filo entre la realidad y la ficción, pues ha logrado insertarse en el ámbito de la academia, a través de la impartición de un curso en la Maestría de Estudios Artísticos de la Facultad de Artes ASAB titulado “Prácticas del Fracaso”. Así, como un caballo de Troya, el mismo Juan Fernando Cáceres cuestiona con Maladrés el papel del docente y de la Academia, a través de un performance extendido, excusa perfecta para enfrentarse al fracaso como un detonante de creación y a la creación como un medio de autoconocimiento.