Veranos de Agua combina distintos lenguajes: el visual, el dancístico y el antropológico. Transcurre en el paisaje blanquecino-grisáceo y silencioso de Villa Epecuén –pueblo inundado hacia 1985-.
En este artículo nos propusimos reflexionar sobre el encuentro de nuestros cuerpos (en movimiento) con el espacio en ruinas y con el de las corporalidades que habitaron aquel espacio.