Para cambiar una ley, y sobre todo una ley de fondo se requieren tres condiciones:
1. La primera es saber cuál es el problema y cuáles son las alternativas posibles. En ese sentido el aporte de la UNLP y también los de la UNC y otros centros académicoses muy valioso y se hizo lo que había que hacer. Pero creo que habría que intentar ampliar el espectro de participantes.
2. La segunda condición es el momento económico. Cuando hay turbulencias macroeconómicas (desequilibrios, recesión o bajo crecimiento) es difícil presentar el tema; tampoco cuando hay un déficit fiscal elevado. Cambiar el régimen de coparticipación de por sí engendra riesgos, y si a ello se le suma una situación fiscal incierta, ninguna provincia va a tomar un riesgo semejante.
3. La tercera condiciónes el liderazgo político, que es imprescindible para plantear y después consensuar las cuestiones estructurales. En ese sentido, la dirigencia, básicamente la politica, está en deuda porque no ha logrado llegar a un consenso para enfrentar los desafíos que imponen las reformas para que el país pueda avanzar. En muchas áreas que hacen al desarrollo falta un mayor estudio de parte de los académicos; pero no es el caso de los que se dedican a la cuestión del Federalismo, porque han elaborado muchas y variadas propuestas dentro de una muy amplia visión técnica y politica