Este trabajo se propone, en primer lugar, presentar sucintamente la filosofía del cuerpo vivido de Merleau- Ponty en sus contrastes respecto de la concepción filosófica dualista predominante en la tradición moderna. Según la Fenomenología de la Percepción, nos vivimos corporalmente -y correlativamente percibimos el mundo- de acuerdo a un esquema de posibilidades de comportamiento configurado mediante la sedimentación de habitualidades. Sin embargo, esta definición del cuerpo como “esquema motriz” no agota la experiencia corporal tal como es vivida, según el mismo filósofo permite atisbar al referirse a comportamientos no teleológicos ni competentes, correlativos de espacialidades inhabituales, no objetivas y no estructuradas pragmáticamente, tales como el espacio erótico, onírico, estético o lúdico.