Los nuevos movimientos religiosos encierran en su interior un aspecto controversial; siendo la forma de reclutamiento de sus fieles uno de los principales puntos en cuestión. Se intenta explicar ante todo el “cómo” y el “porqué” las personas entran y permanecen en estos grupos. A ello se aduce distintos imaginarios sociales y muchas veces mitos urbanos tales como que esto ocurre por “lavado de cerebro”, “persuasión coercitiva” y “control de pensamiento”. Esto último nos lleva a entender que la recepción de nuevos movimientos religiosos por parte de las “sociedades huéspedes” es frecuentemente problemático. Ello tiene su inicio en la Argentina de los años ’90 en donde afloraron nuevos movimientos religiosos, situación favorecida por el contexto socioeconómico del momento, donde desde su afluencia se cuestionó la forma de adhesión de los reclutas. En este trabajo nos interesa analizar el proceso de conversión de personas al movimiento gnóstico (agrupados en AGEACAC). Comprender el cómo y el porqué se da la permanencia en esta agrupación. La hipótesis con la que trabajamos a lo largo de este trabajo es que la conversión de los individuos a este movimiento responde a un proceso de socialización secundaria, gradual y voluntaria; y no al fruto del “lavado de cerebro” en donde los individuos pasan a ser víctimas del fenómeno. Para llevar a cabo nuestro objetivo hicimos entrevistas en profundidad, observación de campo y el análisis publicaciones en diarios y revistas.