Actualmente, y de manera cada vez más frecuente, nos encontramos con nuevas maneras de habitar el cuerpo y el lenguaje. Estas maneras tienen su correlato en nuevas formas de transitar las instituciones educativas, que deben, por lo tanto, generar respuestas creativas para incluir a todas las infancias buscando y produciendo estrategias para que cada niñx1 pueda aprender en su singularidad, todo lo que pueda aprender. En este trabajo presentamos dos narraciones de experiencias educativas analizadas desde la Educación Inclusiva, el enfoque constructivista del conocimiento y el psicoanálisis. Estos relatos nos invitan a reflexionar sobre los nuevos modos de estar en la escuela y, sobre las transformaciones que debemos dar para poder alojar a todxs, en función de encaminarnos hacia la consolidación de una educación pública, inclusiva y democrática. Desprivatizar el aula analizando críticamente las prácticas cotidianas e identificando sus potencialidades y limitaciones, constituye para los docentes una instancia donde se descoloniza el saber pedagógico (Peláez y flores, 2017) y se reafirma el lugar de la educación como una apuesta ética y política en la construcción de un mundo más justo.