“Cultura” ha sido históricamente un concepto problemático. Se lo ha abordado desde diversos campos y se lo ha asociado a nociones muchas veces antagónicas. Las discusiones que se han generado en torno a él intentan dilucidar sus significados y consecuencias, y han sido a menudo, encarnizadas. Porque las luchas por su definición se dan en un orden simbólico, de forma tal que penetran directamente los “sentidos” dados al concepto, que tendrán no sólo importantes consecuencias epistemológicas y metodológicas sino también fuertes implicancias éticas y políticas (Grimson y Semán, 2005:12).
En este trabajo analizaremos y problematizaremos el concepto de “cultura” en las diversas corrientes teóricas que lo tratan, destacando los estudios de Lila Abu-Lughod. Nos preguntamos inicialmente por las visiones esencialistas y reificantes de dicho concepto, en relación a sus consecuencias político académicas. Abu-Lughod es una de las referentes más claras y radicales de la discusión cuando propone la necesidad del abandono del uso del concepto ya que su utilización lleva consigo inherentemente, la construcción de un “Otro” en términos jerárquicos. Quienes pretenden deshacerse de “cultura” se aferran al hecho de que el concepto se constituyó sobre la base de una relación de poder que distinguía un “ellos” de un “nosotros”, y construyó a ese “ellos” como un objeto estudiable, como una esencia (Abu-Lughod).