El arte se deja acompañar de lo pedagógico impulsándose en la creatividad que tiene el fundamento del conocimiento, en tanto es expresión de la ubicación del orden que los objetos ostentan para dejarse poseer por el pensamiento en su embrión lingüístico. De esta cercanía entre sujeto y objeto, acontece la referencia pedagógica por excelencia: el diálogo y sus indicaciones didáctica y metodológica, a partir de las cuales se reflexiona y analiza otro ángulo del saber, donde se privilegia el ser, el hacer e interrogarse en todo rostro que el mundo expone para el contacto de los sujetos con los objetos cambiando y cambiantes en la exterioridad.