La presente ponencia se enmarca en un trabajo más amplio donde cada uno de los fenómenos-procesos que analizamos implican un desarrollo profundo que nos permite acercarnos a sus lógicas y a su potencial explicativo. En primer lugar es fundamental mencionar que entendemos el desarrollo histórico de la ciudad como un proceso cuyo motor ha sido fuertemente guiado por los objetivos de reproducción del capital, por lo tanto, la ciudad como territorio político generalmente ha presentado una fisonomía y una lógica que favorece la reproducción del capital y el desarrollo de la vida de aquellos sectores que logran insertarse en su dinámica, excluyendo a quienes no logran insertarse y volviéndoles más difícil aún su supervivencia, al margen de los “beneficios” de la vida urbana. El Gran Mendoza, en su carácter de ciudad intermedia cuyo desarrollo se ha dado en el marco de una país capitalista periférico, a ese proceso histórico común, se suma en los últimos años el fenómeno de la inseguridad urbana como motor de numerosas transformaciones territoriales, como así también de prácticas y discursos que dan una nueva configuración y lógica a la ciudad, fortaleciendo, desde nuestro punto de vista, la fragmentación del territorio. Particularmente en este trabajo nos centraremos en el análisis de la configuración de las relaciones entre la proliferación de respuestas territoriales contra la inseguridad urbana (RTIU), los imaginarios sociales dominantes y los factores condicionantes de éstos, es decir: los discursos políticos y mediáticos, la evolución de los delitos y el mismo paisaje urbano. Estas relaciones nos permitirán indagar acerca su influencia sobre las posibilidades de ejercer el derecho a la ciudad.