La isla de Cuba representó para España y para los españoles, tanto de la península como de la diáspora, una posesión muy importante para la “integridad española”. Esta valoración se basó fundamentalmente en el papel jugado por Cuba a la hora de la recepción de inmigrantes españoles, fundamentalmente gallegos y asturianos, a las posibilidades de ascenso económico de estos inmigrantes y principalmente al envío de remesas de dinero que se enviaban para la península y que redundaba en bienestar económico para la región de origen. El núcleo central de este trabajo se basa en el análisis del impacto que tuvo para la colectividad española en Argentina, fundamentalmente para la comunidad de inmigrantes asturianos de Buenos Aires, la guerra de Cuba. Una buena explicación para este punto es ofrecida por el antropólogo cubano Pedro Gómez Gómez quien en su trabajo sobre la emigración asturiana afirma: “El número de pasajeros va creciendo desde entonces a ritmo acelerado, hasta convertirse en marcha multitudinaria a América a partir de mediados del siglo pasado, espoleado por las crisis de subsistencia de la década de los cincuenta y aprovechando las facilidades crecientes para el embarque. En ese período y hasta 1870, hablar de emigración a América en Asturias, es prácticamente equivalente a hablar de emigración a Cuba.”.