Las transformaciones desarrolladas en la organización de la producción, en Argentina, desde principios de la década del 90, con la introducción de nuevas tecnologías en el proceso productivo, con las modificaciones en la organización del trabajo y los cambios en el contenido del mismo, han transformado las relaciones entre las empresas y, junto a ellas, las relaciones laborales. Las formas organizativas que se desenvolvieron en la industria automotriz durante la década se vinculan a la extensión del modelo japonés de producción, en el cual existe, entre otros elementos, una transferencia de la producción hacia proveedores especializados, y donde la firma central aparece como una ensambladora de productos, más que como una productora.